Descubre las claves para saldar múltiples créditos: Consolidación y liquidación de deuda. Conoce sus diferencias y elige la opción que mejor se adapte a tus necesidades financieras.
Aunque ambos términos suenan iguales, es importante que no te dejes guiar solo por sus nombres, ya que en realidad la consolidación y la liquidación de deuda son actividades completamente distintas.
Se le conoce como consolidación de deuda al proceso de adquirir un préstamo para saldar todas tus deudas, y así poder unificarlas bajo un solo crédito.
Por otro lado, la liquidación de deuda es a través de un proceso de negociación con el prestamista para pagar un porcentaje de la deuda, mientras el porcentaje restante es cancelado.
Este último punto puede sonar atractivo, pero no es recomendable realizarlo ya que deja una marca negativa en el historial crediticio y complicará la solicitud de nuevos créditos.
Esta acción es lo que comúnmente se conoce como quita.
Si cuentas con múltiples deudas en tiendas departamentales, tarjetas de crédito y otras entidades prestamistas y sufres de dificultades para pagarlas.
Estas son algunas razones por las cuales deberías considerar una consolidación de deuda.
La consolidación de deuda es un préstamo que te permite saldar tus deudas actuales con distintas entidades financieras.
Esto significa que te deshaces del inconveniente de cubrir múltiples pagos mensuales, ya que solo deberás realizar el pago de tu crédito de consolidación.
Esto representa una enorme ventaja sobre la liquidación, pues para lograr liquidar tus deudas debes negociar directamente con cada uno de tus prestamistas y dirigir los pagos a cada uno de ellos.
Generalmente, los créditos hipotecarios de consolidación ofrecen una tasa de interés más baja que las tarjetas de crédito o departamentales, lo cual es útil para reducir tu deuda total de manera significativa.
Además, al solicitar un crédito para consolidación de deuda puedes seleccionar un plazo que mejor se adecúe a tus necesidades y presupuesto.
Obtener una menor tasa de interés y seleccionar el plazo de crédito de tu preferencia tiene un impacto directo en tu capacidad de pago.
Ya que, a partir de esta información, y del monto de tu préstamo, se calcula tu pago mensual.
Si anteriormente no podías financiar los pagos mensuales, elegir un plazo de crédito más largo para consolidar tu deuda hará que tus pagos mensuales se reduzcan, aunque es probable que el monto total de tu deuda aumente.
Una de las principales razones para consolidar tu deuda en vez de liquidarla es que la liquidación de deuda refleja un aspecto negativo en tu historial crediticio, lo que puede perjudicar tu capacidad crediticia por los próximos años.
Por el contrario, la consolidación protege tu historial crediticio ya que esta nueva deuda seguro mostrará un mejor comportamiento que el que tuviste con los otros créditos.
Además, al eliminar múltiples deudas de tu perfil crediticio y evitar caer en el impago, tu calificación crediticia puede subir.
Recuerda que, a pesar de que la liquidación de deuda ofrece grandes beneficios como eliminar un porcentaje de la deuda.
Los efectos a largo plazo en tu historial crediticio hacen que esta opción no sea muy favorable.
Consolidar tu deuda a través de un crédito de liquidez puede generar un gran cambio en tu estatus financiero actual, por esto es tan importante encontrar el crédito con la mejor tasa de interés y plazo, para obtener mejores condiciones durante el financiamiento.
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